Por
fin, hemos mantenido la cabeza de la clasificación hasta el final de la
carrera. Mira que ha costado pero desde hace tiempo ya se venía observando un
esfuerzo titanico de nuestro equipo de gobierno municipal para que este baldón
(perdón, quise decir galardón), nos lo
trajéramos para Simancas.
Fue
duro, muy disputado. Laguna era nuestro mas encarnizando contrincante pero al
final la victoria nos sonrió y nos alzamos con el título. Hubo que vencer a
muchas localidades que también lo pretendían, pero finalmente nos concedieron
el borrón (perdón quise decir galardón). Felicitamos sinceramente a nuestro mister desde aquí por habernos llevado a la victoria del torneo “Gasta lo que no
tienes y que le den al proveedor”.
La
prensa de hoy recoge la noticia, el Día de Valladolid bajo el titular “Once de los 15
grandes municipios tienen alguna factura pendiente” (*). De su
lectura se desprende las dificultades de un torneo que desde el primer momento
se presentó reñido teniendo en cuenta que eran más de 90 los participantes ya
que 134 se habían retirado previamente del torneo.
Ironías
aparte, una vez más Papa Estado ha venido a querer solucionar un problema
(¿) pero no la raíz del problema. Veamos:
la presente operación parece consistir en la concesión de préstamos sindicados a 10 años, con
carencia de 2 y un interés próximo al 5%. O sea, nos empeñamos más de lo que
estábamos.
Bien,
esto da un respiro indudable para los proveedores a los que hay que agradecer
que no hayan asaltado las casas consistoriales y para el propio ayuntamiento que
volverá a sentirse en condiciones para seguir malgastando. Pero posiblemente es
pan para hoy y hambre para mañana, solo hay que remontarse a unos dos años cuando
el gobierno anterior hizo sus Planes E para todos los ayuntamientos y el
resultado no fue lo que se esperaba por que la crisis siguió creciendo y es
alarmante el parecido entre ambas operaciones; por otra parte el gobierno
actual ni se atreve a vaticinar cuanto cesará la maldita crisis.
Mientras
tanto siguen estando al frente del negocio los mismos que lo arruinaron; y lo
que parece evidente es que alguna responsabilidad tendrá los que nos han
arruinado. Y entonces cabe la pregunta ¿no debería el gobierno o los propios
ciudadanos obligar a salir de su cargo a los que tan mal han gestionado nuestro dinero?
¿Qué sentido tiene que al que ha obrado erróneamente se le mantenga en el
puesto dándole oportunidad de repetir su error por que no se ha advertido de
ello?
Por
ejemplo, en Simancas, los conocemos: uno que como perro del hortelano ni se va ni se queda y, otro que se lía
a enviar mensajes por el móvil para que todos los vecinos podamos conocer sus andanzas.
Pobre
Simancas.
Lucas.