sábado, 3 de marzo de 2012

Nos vamos a enterar.

Poco a poco nos iremos enterando de lo sucedido en el anunciado Pleno del día 1, pero ya podemos dar alguna pincelada.

Como introducción recordemos que en 2009 la Diputación nos endilgo la propiedad y la responsabilidad del Camino Viejo, la Calzada y la carretera a Entrepinos; y como estaban ya muy deterioradas nos dio 650.000 € para ponerlas en condiciones.
Todos sufrimos a diario el estado de esas vías y no recordamos haber visto que se reparase el asfaltado, salvo puntos concretos como la rotonda.
No estaría de más conocer en que se fue ese dinero, pero ahora no es ese el tema.

En los Presupuestos del 2012 hay una partida de Ingresos de 150.000 € procedentes de las multas que se van a poner a los simanquinos por exceso de velocidad, para lo que se van a montar los correspondientes radares, y precisamente en las vías mencionadas anteriormente excepto la Calzada. Es como un impuesto que se crea nuevo, con dedicación preferente a los vecinos de Entrepinos y a los demás cuando vayamos a visitarlos.

El Ayuntamiento debe suponer que pasado el día de la inauguración del radar (que indudablemente generará multas) los conductores seguirán circulando a velocidad prohibida durante todos los días del año para completar esos 150.000 € que les pide como impuesto aleatorio. Pero lo que parece lógico esperar que ocurra es, que al día siguiente de la inauguración del radar todos los conductores actualicen sus navegadores, para no repetir la sanción con lo que los ingresos municipales no llegarán ni para pagar los radares, instalación, mantenimiento y los empleados que gestionarán las multas.

¡Que gran visión de futuro tuvieron en el 2009 con el cambio de titularidad de esas vías!, entonces ya pensaron en ellas como fuente de ingresos y no que hubiera que arreglarlas. ¡Que negocios planteamos! ¿Solo sabemos inventar impuestos?

Ironías aparte, el Ayuntamiento podría emplear otros sistemas para conseguir eliminar los peligros que generan algunos conductores, ya existen las bandas sonoras o “guardias muertos”, eficaces y suficientes para disuadir a los velocistas mas pertinaces; en la Calzada y en nuestras urbanizaciones incluidas las del Alcalde y los concejales, ya tenemos experiencias de esos artilugios. Y si la intención no es recaudatoria, si no de seguridad, sin duda pondrá más tramos que garanticen las velocidades establecidas en todas las carreteras y no en un solo punto. O, es que con los radares, ¿se quiere favorecer a alguna empresa privada a costa de los simanquinos?

Parece una paradoja que el Ayuntamiento considere a esas vías solamente como generadoras de ingresos y no de gastos, ya que en los presupuestos no figura para nada su necesaria reparación.

Lucas.

No hay comentarios: