domingo, 20 de enero de 2008

Pelotazos de golf


Sí, ya se denunció al Alcalde (lo de los pelotazos del Club de Golf de Entrepinos; no, los finacieros no, pelotazos físicos, de verdad), y lo único que se le ocurrió fué poner ese letrerito para eludir responsabilidades, las del Club de Golf, claro, y por supuesto las del Ayuntamiento. Pues ahí está el letrero, tan ricamente con su mensaje "Posible caída de bolas de golf"; y la flecha, imperativa: largo de aquí.

O sea, si un pelotazo perjudica a una persona no puede quejarse al Club de Golf ni al Ayuntamiento, porque éste ya lo tenía advertido (con el cartelito). ¡Que no pases por aquí!, ¡que la calle no está para eso!. !La calle está para que las pelotitas del Golf caigan donde quieran, que para eso el suelo público es del Club¡ . (¿Nos damos cuenta que todo esto es por lo mal que juegan?, ¿no se les podría dar clases a cargo del Ayuntamiento para que acertaran con las pelotitas y no cayeran sobre el coco de los vecinos?).
Vamos a verlo de otra manera: en el piso alto de una casa hay una timba de billar, de malos jugadores, claro; que cuando pasa el Alcalde por la calle y debido a una mala tacada salta una de las bolas que va a caer precisamente sobre su coco. Naturalmente, la culpa es de ....?.
Ahí queda la pregunta. Si sabe la respuesta exacta mande un SMS al culpable.

Pero entonces ¿pasaría lo mismo si se cae un tiesto desde una ventana?. Claro, bastaría con poner un letrero que diga, "Ojo, caída de tiestos"
Parece que no es serio ¿verdad?
Lucas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido amigo, se te ha pasado lo más importante de todo: la frasecita de marras que luce debajo de la posible caída de bolas de golf: "Aparque bajo su responsabilidad".
Esto se traduce en que si tus lunas aparecen hechas añicos en la citada calle (Francisco de Vitoria), ya puedes hacerte con un trabuco para entrar a reclamar en el superclubosea, porque si no se van a reir en tu mismísima cara.
Consecuencias de este impresionante documento: durante meses (desde finales de noviembre hasta pasado febrero) la calle Francisco de Vitoria ha estado sumida en la más absoluta oscuridad durante las noches. Adivinen... las bolitas de golf se han cargado todas y cada una de las trece farolas.
El Ayuntamiento, a pesar de ser notificado, no sabía ni contestaba, y finalmente ha encendido un par. De nuevo Aleluyaaaaa!!
Menos mal que a todos nos da igual todo, porque si nos enfadáramos por estas cosas, nuestros queridos concejales no vivirían tan tranquilamente en sus poltronas con dedicación exclusiva que pagamos todos (aportación a añadir a la de la iglesia de Entrepinos, a las farolas repuestas, a las obras rererelevantadas y al coste de Pingüinos también a escote general, hagan cuentas).

luis